Se sale de Asturianos caminando un corto trecho por el arcén de la N-525, que se abandona por la derecha, siguiendo el trazado de un camino paralelo a ésta que desemboca en Palacios de Sanabria.
Por zonas arboladas llegamos a Remesal; un poco más adelante, al otro lado de la autovía se halla el pequeño pueblo de Otero de Sanabria, donde su iglesia parroquial alberga unas pinturas extraordinarias que embellecen sus paredes y techo. Aquí está también el Santuario de la Virgen de los Remedios, patrona de la comarca de Sanabria.
Rebasado el pueblo de Triufé, que conserva un rico legado de arquitectura popular y las ruinas de un antiguo hospital de peregrinos, llegamos a Puebla de Sanabria. Se yergue en un altozano sobre el río Tera, que cruzamos para emprender la subida a la zona monumental de la localidad, en la que destaca su castillo, del siglo XV; próximo a él hubo un hospital de peregrinos.
El camino busca la ribera del río Castro. El entorno natural, entre castaños y robles, convierte la andadura en un agradable paseo. Pasamos por delante de la solitaria iglesia de Santiago Apóstol de Terroso, llegando un poco más adelante al pueblo, con moderno crucero. Volvemos a cruzar la autovía A-52 para evitar transitar por la carretera nacional, llegando a Requejo, antesala de la ya cercana Galicia, con sus casas y balcones de piedra con tejados de pizarra.