Una sucesión de pequeñas aldeas con interesante arquitectura popular nos llevará hasta Laxe, pasando próximos a la estación de Lalín. El paisaje en esta zona es de gran belleza.
En Laxe, tenemos bares y restaurantes en la carretera y en un polígono industrial, al otro lado de la autopista. El camino paralelo a la carretera nos lleva hasta Prado y de allí al puente Taboada sobre el río Deza, uno de los lugares más bellos del camino, donde merece la pena detenerse y sentir la piedra y la naturaleza.
Entre cruceiros y bosques de castaños llegamos a Silleda, importante centro ganadero de Galicia y gran población donde aprovisionarse.